La serie en cuestión tiene un nombre así como de Chica Perdida, quizá se refiere a quién le puso el nombre a la serie en español: La Reina de las Sombras. También podría ser por personajes que se desaparecen en mitad de los capítulos y son suplantados por identidades perversas, o directamente se esfuman, como esa doctora tan lista que todo el mundo quiere secuestrar: desde líderes faes, científicos locos, pasando por cadenas de televisiones estadounidenses y terminando en productores y guionistas. Claro, que bien podría referirse a la protagonista, que la mayoría de las veces anda bien perdida, a veces en camas, otras en lugares y hasta en las mínimas cosas de la vida.
La chupa-caras, o Bo, como se le suele llamar, es una especie de criatura mágica. Pertenece a un mundo de criaturas como ella, se llamaban faes o feas, o algo parecido. Pero cada bicho de esos es diferente. Hay desde extraños zorros que suplantan a las personas para robarles a sus amigos, los típicos hombres lobo, vampiros, demonios, ... señores que lanzan cartas desde los cielos, valquirias que se sumergen en las bañeras con ropa y pistola, misteriosos guionistas que bipolarizan a los personajes (si es que esa palabra existe) y hasta productores que se convierten en trolls. Pues siguiendo con el tema de la chupa-caras, la mujer es la mejor de todas estas criaturas, porque ella además de chupar caras se lleva a la boca todas las demás partes del cuerpo de la persona en cuestión. Dicen que necesita hacer actividades sexuales con otros para poder curarse, porque eso de ir a hospitales y tal es muy mainstream. Ella destaca por sus hermosos ojos, es verla y nadie puede apartar la vista de esos enigmáticos, turgentes, profundos, robustos y hermosos ojos.
Como introducción, creo que hasta aquí podemos llegar. En futuros artículos para la sección La Chica Perdida, profundizaremos en los entresijos de este mundo loco de faes.
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Hasta la próxima, faenáticos.